Estimulación Temprana o Precoz
Cuando hablamos de estimulación temprana, nos referimos a un conjunto de actividades y ejercicios cuyo objetivo principal es favorecer el desarrollo psicomotor, cognitivo y socioemocional de los niños desde los primeros meses de vida hasta los 6 años, con el fin de proporcionarles las experiencias y recursos que necesitan para desarrollar todo su potencial.
Nuestro trabajo consiste en proporcionar al niño un entorno rico en estímulos y elaborar un plan de acción basado en sus necesidades específicas, con sugerencias de juegos y actividades diversas diseñadas para favorecer este desarrollo.
Cuanto antes se aplique el programa, más eficaz será. Los niños aún están madurando y, durante estos primeros años, el cerebro es más plástico. En consecuencia, las conexiones neuronales se establecen con mayor facilidad, lo que repercute positivamente en su capacidad de aprendizaje y en la adquisición de las funciones motrices, cognitivas y sociales básicas.
En los niños con trastornos del desarrollo, el tratamiento en esta etapa es fundamental precisamente por esta plasticidad neuronal, para estimular y/o restaurar las funciones motoras que les permitan desarrollar todo su potencial en las distintas áreas del desarrollo.
En todos los casos, se trata de favorecer el desarrollo de forma adecuada, según las características particulares de cada niño en función de su proceso de crecimiento y ritmo evolutivo, de manera que sea posible facilitar su desarrollo global.
Ámbito de actuación
⇒ Prematuros con Alto Riesgo Neurológico.
⇒ Retraso Psicomotor.
⇒ Diferentes Trastornos del Desarrollo.
⇒ Alteraciones Neuromotrices y del Desarrollo.
⇒ Síndromes Congénitos.
• Objetivos específicos del tratamiento •
» Favorecer el proceso madurativo y el desarrollo integral del niño desde los primeros meses de vida, con el fin de evitar y/o reducir riesgos que puedan perjudicar su sano desarrollo.
» Contribuir al máximo desarrollo del niño, tanto en el ámbito general como en áreas específicas: motora, cognitiva y socioemocional.
» Proponer un programa de actividades adaptado a la etapa evolutiva del niño y a su situación concreta, con el fin de favorecer su propio ritmo y la adquisición de sus capacidades.
» Ayudar a estimular el desarrollo de las habilidades psicomotrices y musculares, posibilitando el control postural.
» Ayudar a fortalecer la coordinación motriz y el equilibrio corporal.
» Ayudar a estimular el desarrollo del lenguaje, las diferentes formas de comunicación y presentación, más o menos complejas según su etapa de desarrollo.
» Orientar su deseo natural de aprender y favorecer su capacidad de asimilación y exploración para comprender, interpretar e integrar conocimientos.
» Dotar a los padres de conocimientos y estrategias que contribuyan a la labor de estimulación en su entorno cotidiano.
• Intervención Terapéutica Integral •
Los niños siguen desarrollándose y es importante tener en cuenta que se trata de un proceso de maduración que se produce de forma global.
Por ello, siempre que necesiten apoyo, es importante realizar una intervención terapéutica integral a nivel físico, cognitivo, sensorial y socioemocional para optimizar los resultados del tratamiento, de manera que el niño alcance la mayor funcionalidad posible en todas las áreas de su vida: desarrollo motor, manipulación, deglución, respiración, comunicación, marcha, relación con el entorno, etc.
En el caso de niños con trastornos del desarrollo, y según los casos, también es necesario elaborar un plan de formación, apoyo y asesoramiento a la familia y cuidadores, con el fin de apoyar al entorno más cercano en todo el proceso evolutivo y adaptarse a su propia situación.