Actividad diaria y deportiva: Prevención de lesiones y contracturas

Physiopolis. Servicio de Fisioterapia. Fisioterapia Músculo-Esquelética
|| Prevención de lesiones. Recomendaciones
Las lesiones deportivas pueden aparecer tanto en deportes de alta competición, como en actividades deportivas, lúdicas o recreativas. Por lo tanto, estas lesiones pueden ser consecuencia de accidentes, pero también el resultado de sobrecarga o fatiga muscular.
Para evitar en la medida de lo posible la aparición de estas dolencias, a la hora de realizar cualquier deporte, es necesario adquirir unas rutinas específicas que resultan indispensables para garantizar el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Así, como norma general debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
» Realizar un correcto calentamiento antes y después del ejercicio.
» Utilizar el equipo adecuado que requiera la actividad.
» Llevar una correcta alimentación y una buena hidratación.
» Realizar un correcto reposo para evitar la fatiga y las sobrecargas.
» Adecuar la carga y la intensidad en función de nuestro estado físico.
En definitiva, si se adquieren estas rutinas, nuestro cuerpo notará una mejora que nos permitirá disfrutar más y mejor del deporte.
|| ¿Por qué tengo contracturas? ¿Cómo puedo prevenirlas?
Podemos definir una contractura como la contracción involuntaria y continuada de un grupo muscular o alguna de sus fibras.
La sintomatología más frecuente es la aparición de dolor, generalmente acompañado del abultamiento de la zona afectada y limitaciones en el movimiento.
Con frecuencia, la aparición de contracturas viene determinada por una serie de factores concretos:
» La realización de actividades de mucha intensidad (por ejemplo, si cargamos con un peso excesivo).
» La realización de actividades repetitivas prolongadas en el tiempo.
» La adquisición de malas posturas y su prolongación en el tiempo.
» El estrés o tensión continuada.
En concreto, las contracturas pueden aparecer tanto durante la realización de la actividad como después de la misma. Para evitar que nuestro cuerpo se resienta a causa de estas dolencias, la prevención es nuestra mejor arma. Incorporar unas sencillas rutinas a nuestra actividad diaria nos permitirá, en definitiva, reducir o evitar su aparición:
» En el caso de personas que practican deporte de manera habitual, se recomienda realizar siempre un calentamiento adecuado antes y después de la actividad.
» En la práctica de actividades de alta intensidad, es necesario realizar una programación progresiva orientada por un profesional, que prepare al cuerpo para soportar el esfuerzo de manera adecuada.
» Seamos deportistas o no, practicar una buena higiene postural es uno de los medios más efectivos que permiten prevenir o limitar la aparición de contracturas musculares.
Pese a todo, la realización de cualquier actividad repetitiva a diario (deportiva, doméstica o laboral) es susceptible de fomentar su aparición. Lo más recomendable es acudir regularmente al fisioterapeuta, de manera que sea posible aliviar la sintomatología y prevenir brotes agudos.
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