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PLAGIOCEFALIA

|| ¿Qué es la Plagiocefalia?

La plagiocefalia es una deformidad de la cabeza cada vez más frecuente en los bebés, generalmente como consecuencia de haber permanecido demasiado tiempo en la misma posición. Los huesos de la cabeza de un recién nacido aún no están completamente cerrados, pero están conectados por suturas y fontanelas que permiten que la cabeza crezca. Por tanto, es más flexible y maleable. Esto significa que, en esta fase del desarrollo, si se ejerce una presión repetida sobre una determinada zona de la cabeza, pueden producirse deformaciones.

|| Causas más comunes de la Plagiocefalia

» Bebés con el vientre demasiado apretado durante el embarazo.

» Deformidad obtenida durante el parto.

» Partos múltiples.

» Miopía congénita. En los bebés con este tipo de contractura, significa que siempre miran hacia el mismo lado y que el apoyo se realiza principalmente en una zona de la cabeza.

«Bebés que pasan muchas horas tumbados en la misma posición. Además de las razones mencionadas anteriormente, en muchos casos los malos hábitos posturales que damos a nuestros bebés en los primeros meses de vida es cuando más probabilidades tienen de sufrir estas deformidades. Un recién nacido pasa muchas horas tumbado, por lo que es muy importante asegurarle una buena higiene postural.

|| Errores frecuentes

«No cambies la posición de la cama. El bebé siempre tenderá a mirar a los padres y/o a la fuente de luz más cercana.

» Para los bebés que toman biberón, colócalo siempre en la misma mano cuando lo alimentes.

» Cuando juegues con el bebé en la cuna, hazlo siempre del mismo lado.

» Deja siempre al bebé en la misma posición.

Esta deformidad es más frecuente de lo que parece y, en teoría, no es grave. En muchos casos, los bebés recuperan la forma normal de la cabeza en pocas semanas. Sin embargo, si la deformidad persiste en el tiempo (después de las primeras 6 semanas), no desaparecerá por sí sola y puede acarrear problemas graves. Si el cráneo no se desarrolla correctamente, las tensiones y compresiones provocadas por este tipo de deformidad afectarán inevitablemente a su contenido: el cerebro.

|| Posibles secuelas

» Asimetría craneofacial.

» Problema estético.

» Estrabismo secundario debido a que la cabeza descansa predominantemente sobre un lado.

» Alteraciones en la oclusión por desviación mandibular.

» Alteraciones oculares por problemas de desalineación.

» Retraso en el crecimiento psicomotor y cognitivo (problemas de concentración, coordinación y aprendizaje).

En definitiva, si tu bebé presenta signos visuales de una posible deformidad craneal, debes tomar una serie de medidas para evitar futuros problemas asociados. Si actuamos precozmente, podemos prevenir y/o corregir la deformidad mediante consejos posturales y un adecuado tratamiento combinado de fisioterapia y osteopatía.

|| Recomendaciones

» Es fundamental consultar a un especialista en cuanto se detecten síntomas, para confirmar o descartar una posible malformación.

«La primera medida a tener en cuenta es modificar la postura del niño, siguiendo las indicaciones del especialista, para favorecer el desarrollo de la zona afectada. En este sentido, existen una serie de pautas básicas que podemos adoptar de forma sencilla en casa:

Utilizar cojines que reduzcan la presión en la zona de apoyo para que el crecimiento del cráneo no encuentre obstáculos. Para más información sobre este tipo de almohadas, puedes visitar la web de Mimos.

⇒ Si es necesario, cambia la orientación de la cama en la habitación para favorecer que el bebé se estimule por el lado contrario al que está acostumbrado.

Cambia el modo de juego para estimular la zona del bebé.

⇒ En caso de alimentación con biberón, coloca al niño en tu otra mano para darle de comer.

Es importante tener en cuenta que este tipo de medidas son puntuales y temporales, ya que los bebés deben recibir estimulación de la misma manera en su lado derecho e izquierdo. Estas son recomendaciones iniciales y fundamentales para favorecer el correcto desarrollo de la cabeza, que deben aplicarse lo antes posible y, si es necesario, acompañarse de un tratamiento fisioterapéutico y osteopático adecuado.

Si se descubre más tarde, o si el diagnóstico es más grave, pueden considerarse otros tratamientos ortopédicos.

En ambos casos, para evitar secuelas y una vez realizado el diagnóstico correcto, debe iniciarse cuanto antes el tratamiento adecuado. Cuanto mayor sea el niño, más difícil será la corrección.