Qué ofrecemos | Servicio de Osteopatía

La disciplina osteopática trata al cuerpo como una unidad funcional dinámica en la que todas las partes están relacionadas entre sí.

Persigue, por lo tanto, la recuperación del equilibrio corporal. Se vale para ello del reajuste de desequilibrios estructurales, viscerales y craneales a través de técnicas manuales.

Está destinada, en definitiva, a la prevención y/o tratamiento de dolencias del sistema circulatorio, músculo-esquelético, digestivo, respiratorio, nervioso, endocrino, urinario y reproductor.

Con frecuencia las personas, niños y adultos, sufrimos dolores a los que no es fácil poner solución. En consecuencia, acudimos al especialista y nos hacen pruebas sin resultados concluyentes. Pasa el tiempo, la medicación y el tratamiento médico convencional no termina de hacer efecto y no encontramos solución al problema. Tampoco sabemos cuál es el origen de la dolencia. Cuando esto ocurre, al final la situación se vuelve desesperante.

De rebote, y como último recurso, es como muchos pacientes suelen terminar en nuestra consulta, sin ser plenamente conscientes de en qué consiste la osteopatía y todo lo que abarca.

En la mayoría de casos, la osteopatía puede dar solución a su dolencia. En algunos, se convierte en una terapia complementaria a su tratamiento. En otros se convertirá en compañera de vida.

Sin embargo, lo más aconsejable y beneficioso para nuestra salud, es iniciar el tratamiento antes de alcanzar esos extremos. Cada vez más personas son conscientes de los beneficios que aporta el tratamiento osteopático en el mantenimiento de nuestro equilibrio corporal y para la mejora de nuestra calidad de vida. Poco a poco, son más los que inician un tratamiento con nuestro servicio de osteopatía encaminado a la prevención de dichas dolencias.

La falta de estándares en España en cuanto a educación, formación, y práctica, ha generado que proliferen ofertas pseudo-formativas de corta duración que consienten que practicantes no cualificados se autodenominen osteópatas sin serlo.

Esta situación supone un riesgo para la salud del paciente y, en ocasiones, genera rechazo social hacia esta práctica. Aunque se utilizan técnicas manipulativas que pueden incluir el crujido de huesos, con frecuencia se identifica la osteopatía erróneamente con esta práctica, por ser lo más habitual en este tipo de pseudo-tratamientos. Es importante, por lo tanto, no llevarnos a error en este punto. La osteopatía no se limita a crujir huesos. Todo depende de las necesidades específicas de la dolencia y su tratamiento, y en muchos casos ni siquiera es necesario.

Es importante, en este sentido, tomar conciencia de que los cursillos de fin de semana no te convierten en osteópata.

Asegúrate de que estás tratando con un especialista y evitarás el riesgo de padecer lesiones a causa de una mala práctica.